Comentario Exposición videoarte en Facultad de Bellas Artes:

Comentario de texto: Exposición videos en la facultad.

Principalmente la sala está dividida en dos espacios simétricos donde en cada parte hay una pared frontal que forma noventa grados con el muro lateral de la sala, tanto el apartado derecho como el izquierdo poseen la misma pantalla donde se encadenan una serie de proyecciones, enfrente a cada pared hay una serie de asientos donde el espectador pueda contemplar las obras (videos de corta duración realizados por una cantidad considerable de alumnos) a una distancia cómoda.

Lo primero que salta a la vista es la vasta cantidad de trabajos que se suceden entre sí e inevitablemente- quizás se debe al formato audiovisual ya que son imágenes consecutivas sin dejar espacio para la reflexión y al acto de “digerir” la obra- se superponen de una manera tan extrema que su incongruencia lleva al tedio forzosamente. Sin embargo no dejé que mis impulsos me controlaran y me obligué a ver la serie hasta que cerraran la exposición, como eran en su gran mayoría videos que no excedían los tres minutos, no daba tiempo a escribir en mi libreta de notas nada realmente trascendental. Además que gran parte de los trabajos compartían una especie de “canon” con el cual formar sus obras, consistía en planos detalle en cadena, texturas que formaban dibujos abstractos e imágenes en alto detalle de gota, lluvia, charcos o tinta cayendo en agua; todo para crear un mundo muy “plástico” pero que al final resultaba solamente curioso por la cantidad de alumnos que compartieron ese modus operandi.

Voy a comentar brevemente algunas piezas para hacer una idea de las cosas que se exponían.

1- Aparece una muchacha en una clase vacía, lleva una peluca morada, está sentada al final del aula. Se dedica a levantar la mano para pedir atención, mantiene el brazo en alto durante todo el video sin que nadie se pare en ella a ver que es lo que desea. Supongo que es una especie de crítica social ante la indiferencia.

2- Definitivamente el corto de Beatriz Sánchez era el más irritante de todos, principalmente por la música increíblemente molesta que había escogido para deleitar al espectador mientras contempla su obra. Eran imágenes de colores abigarrados, en su gran mayoría muy puros y brillantes. Los personajes vestidos de las fiestas folclóricas andaluzas (los suntuosos trajes de sevillanas) aparecían contentos bailando y destrozando guitarras en un orden que se superponían los unos a los otros como si fuese un collage. Un baile muy loco y Pop, la música encajaba muy bien con el video pero la verdad es que resultaba insoportable.

3- Amalia Ortiz realizó una performance curiosa, todo sucedía en el mismo encuadre, un primer plano de la cara de la joven, entre ella y la cámara había un cristal por el que se ve a la chica. Ella a lo largo de la cinta iba dibujando y escribiendo con un rotulador amarillo en el vidrio, de manera que lo que dibujaba aparecía por encima de su rostro. Se contorneaba la cabeza y los rasgos para posteriormente llenarlo todo con pequeñas palabras como: el video, el arte, yo, el público, el tiempo, etc. Escribía por doquier, cuando en el cristal ya no le queda más espacio termina la representación.

4- Un video entretenido que se llamaba “Y el mundo marcha”, consistía sencillamente en un individuo que tumbado en el suelo de una calle cuantiosamente transitada aparecía filmado- clandestinamente supongo- por una cámara captando como todos los viandantes pasaban por encima sin detenerse en absoluto a socorrerle, ni siquiera le dirigen la palabra. Me recordó a un estudio que hizo un periodista del programa de la sexta “El intermedio”, consistía en vestirse de vagabundo y tirarse al suelo de alguna calle del centro de Madrid y compararlo con hacer lo mismo pero vestido de traje y bien peinado. Cuando aparentaba ser un vagabundo, nadie se molestó en tocarlo, pero cuando iba de traje en seguida, al instante en que hizo el teatro de desmayarse en medio de la vía transitada; dos o tres personas se acercaron para asistirle.

5- La pieza se titula “Quisiera yo renegar” aparece una mujer en una habitación vacía, comienza a tirar tierra al suelo, todo con unos gestos dramáticos, deja de lanzar tierra para pasar a la pintura. Con cubos de pintura negra comienza a manchar todo el cuarto, más adelante se pone a pintar en la pared con su propio cuerpo, manifiesta unas expresiones con fuerza, acaba por tumbarse encima de la pintura para posteriormente aparecer en una montaña. Todo parecía ser una performance expresionista hasta que decide salir en la montaña al final del corto.

Esos son unos de los videos que me llamaron la atención, los demás suelen repetir mucho los mismos recursos (como ya especifiqué más arriba) y se volvían un tanto monótonos. Pienso que una selección de trabajos como ésta ganaría mucho más en formato DVD por ejemplo, pues así el espectador tendría la oportunidad de parar los videos o repetir escenas, todo para estudiarlo mejor e individualmente. A veces unos formatos ofrecen mayores posibilidades que otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario